viernes, 17 de septiembre de 2010



“Gold! Gold! Gold! Gold!
Bright and yellow, hard and cold
Molten, graven, hammered and rolled,
Heavy to get and light to hold,
Hoarded, bartered, bought and sold,
Stolen, borrowed, squandered, doled,
Spurned by young, but hung by old
To the verge of a church yard mold;
Price of many a crime untold.
Gold! Gold! Gold! Gold!”
Thomas Hood

El oro ha sido la vorágine de las pasiones más distintas y contradictorias del ser humano. Desde la avaricia de los conquistadores españoles hasta el misticismo de los alquimistas, el oro tiene algo que ha fascinado a la humanidad. A lo largo de la historia los héroes han sido premiados con artefactos hechos con este metal; medallas, trofeos y coronas. Y también con oro se revisten los templos e imágenes sagradas. Representa para nuestra sociedad los más altos valores de perfección, riqueza y valor. El oro se ha introducido en el inconsciente colectivo de la humanidad.
Mi interés por el oro creció al ver una entrevista que se le hizo al gran Salvador Dalí y leer acerca de su postura acerca del oro y del dinero. Una postura que me sorprendió por ser diametralmente contraria a las modas comunistas del común de los artistas. En esta entrevista Dalí describe su pasión por el oro:
“El dinero siempre ha tenido un valor místico. Yo no sé el dinero donde está, ni las bancas. Pero en la edad media todos los místicos incluso nuestro sublime Raimundo Ludio querían transmutar la materia vil en oro. O sea que la única manera de espiritualizar la materia vil es aurificándola; transformarla en una cosa preciosa”[1]
Esto me llevo a preguntarme ¿Por qué el oro? ¿Qué es lo que lo hace tan especial sobre los demás metales? ¿Por qué el dinero se respalda bajo el patrón oro y no bajo el patrón plata? ¿Es la naturaleza mística, como afirma Dalí, lo que verdaderamente le ha dado valor al oro? Quise hacer esta investigación porque no me creo que algo tan importante como el medio de cambio que ha regido en el mundo y que ha incentivado numerosos cambios sociales tenga explicaciones tan simplistas como “el oro es valioso porque es escaso”.
Para realizar este trabajo, leí primero las teorías clásicas sobre el dinero y el oro. También leí sobre la historia de la moneda. A medida que iba leyendo, se consolidaban muchas hipótesis que yo tenía en cuanto al oro, así que leía más al respecto para consolidarlas. La lectura fue extenuante pero enriquecedora (sobre todo el libro de Niall Ferguson El triunfo del dinero)
A lo largo de este ensayo, expondré los diferentes puntos de vista que los economistas han tenido sobre el oro y trataré de dar respuesta a mis preguntas







El oro
Características
El oro es un metal blando, brillante, amarillo y maleable que es muy resistente a la corrosión porque no reacciona con la gran mayoría de sustancias químicas. En su estado natural (24 quilates) es demasiado blando y puede desgastarse con el tiempo. Es por ello que se tiene que alear con otros metales para poder trabajarlo y acuñar monedas. De ahí proviene la “prueba de la mordida” que todos hemos visto en películas, donde para corroborar la pureza de una moneda se muerde para ver si se dobla.
El 75% de todo el oro producido en la historia se ha sacado en los últimos cien años. Existen en el mundo 100,000 toneladas de oro que, si se fundieran, formarían un cubo de 18 metros por lado. Cada año se obtienen 2,000 toneladas de oro adicionales. Sudáfrica es el principal productor de oro, cubriendo dos terceras partes de la demanda mundial.[2]
El oro ha sido valorado como medio de intercambio a lo largo de la historia. Es posible que mucho del oro que hoy circula sea el mismo que ha estado circulando desde la antigüedad. Las joyas de oro que el lector posee o los componentes de oro del ordenador donde se hizo este ensayo bien pudieron haber pertenecido a reyes persas, caballeros sajones, templos islámicos o laboratorios alquímicos.
El precio del oro ha tenido una tendencia a la alza a lo largo de los años, con sus respectivas subidas y bajadas. A raíz de la desconfianza que últimamente ha habido hacia el dólar, el oro alcanzó precios históricos de 1,249.50 dólares la onza.[3]


El oro como moneda
Las personas han tenido la necesidad de intercambiar los bienes que producen por otros de los que carecen. Este fenómeno se ha vuelto más complejo a lo largo de la historia, desde el trueque primitivo hasta las transferencias electrónicas. Los problemas que surgieron a raíz del comercio mediante el trueque formaron las condiciones para que surgiera la moneda. Estas monedas debían ser valiosas para los diferentes pueblos que comerciaran con ellas, y esto solo se podía lograr a través de los metales preciosos.[4]
Pero sería prudente primero explicar cómo se dio la transición del trueque a un sistema basado en la moneda. No fue un cambio drástico, si no un proceso que llevó muchos años. Aún hoy en día se sigue practicando el trueque en situaciones donde no se pueda hacer uso de monedas. Como en las prisiones, donde los cigarros pueden ser intercambiados por protección u otros bienes (me han contado).
Las primeras sociedades no tenían un comercio dentro de ellas mismas, sino que comerciaban con otros pueblos a través del trueque. Y cuando esta interacción económica sucedía era ente pueblos completamente diferentes que inclusive podrían llegar a ser enemigos.[5] Uno de los grandes problemas del trueque es la limitación temporal; si un productor de frutas quiere comerciar con un productor de trigo, las temporadas en los que estos dos productos se dan son diferentes. Es por ello que se tiene que recurrir a un tercer objeto que no pierda su valor y sea intercambiable en el momento en el que su dueño lo requiera.
Así fue como comenzó la utilización de la moneda, que permitió también el comercio entre pueblos distintos. En Mesopotamia se utilizaba la cebada como moneda y medida de pago, sin embargo, el oro se guardaba para los pagos internacionales[6]. Esto debido a que el oro es escaso y se atesora estéticamente entre los diferentes pueblos donde los mesopotámicos podían comerciar. Los egipcios fueron los primeros que empezaron a utilizar las barras de metal como medida de pago. El oro como moneda, se expandió rápidamente del Asia menor, donde tuvo gran uso, al resto del mundo.[7]
Podían existir monedas hechas de metal, pero en sociedades donde la metalurgia era aún desconocida era más común que se utilizaran otros objetos como moneda (conchas, plumas, o cualquier otro artefacto fácilmente transportable). Otros pueblos comenzaron a acuñar monedas utilizando metales. Tal es el caso de Grecia, en donde se acuñaban monedas de una aleación de oro y plata llamada electro. Es interesante observar como los pueblos que tienen una influencia helénica, como los galos y fenicios, comenzaron a utilizar monedas acuñadas de metal.[8]
Los pueblos germánicos utilizaban el ganado, que simbolizaba la riqueza. Para los germanos, la palabra vieh era sinónimo de ganado y de riqueza. Inclusive cuando comenzaron a acuñar monedas, éstas tenían grabadas la cabeza de un buey. El comercio que utiliza objetos no metálicos como moneda no es exclusiva de los pueblos de la antigüedad, pues en los pirineos catalanes hasta 1760 se seguía utilizando los granos como moneda.[9]
El hecho de que en una sociedad exista gran cantidad de oro no significa que éste se utilice automáticamente como moneda, e inclusive estas sociedades pueden prescindir de una moneda y aún así llegar a altos niveles de complejidad, como ocurrió en la sociedad Inca.[10]


El mercantilismo

"¿Botín de Cortés? ¿Rubíes de Pizarro?
De aquí a mañana valdrán lo que el barro
El oro de aquí los anulará
Venga, vamos a trabajar
Sólo habrá que cavar
Vamos, un simple túnel
Y venga sin descansar
Coge un pico, chico
Hunde la pala, sacad esas piedras
Que brillan igual que un rubí
Es oro, y quiero más, más, más."
Gobernador Ratcliff, en la película “Pocahontas"
El mercantilismo ocurre en el periodo histórico de la transición del feudalismo al capitalismo. Una era donde se consolidaron los primeros estados-nación. En esta transición, los valores morales que la iglesia había impuesto para regular el intercambio comercial, inspirados en el pensamiento escolástico y helénico, fueron cambiados. Así pues, los agentes económicos (tanto gobierno como mercaderes) pudieron probar sus teorías económicas. El mercantilismo se planteaba primordialmente el problema de cómo enriquecer a la nación.[11]
El mercantilismo no puede considerarse una escuela homogénea, ya que no cuenta con ideas unificadas sobre los distintos temas que trató. Los pensadores mercantilistas eran sobre todo comerciantes que publicaban panfletos donde trataban de convencer a los demás de paradigmas económicos que los beneficiarían a ellos.
En cuanto al oro, algunas teorías mercantilistas proponen que se fortalezca el mercado nacional y que las mercancías como medio de cambio y de valor fueran sustituidas por el oro. Así mismo, las teorías metalistas consideraban que la riqueza de una nación se mide por la cantidad de metales preciosos que posea. Sobre estas teorías metalistas hablaré a continuación.


Bullionismo
El bullionismo puede considerarse una forma de mercantilismo arcaico. También se le ha denominado metalismo. Los pensadores mercantilistas que más escribieron acerca del oro y su importancia en la economía fueron los denominados bullionistas. Esta corriente de pensamiento se originó en España durante los siglos XVI y XVII, sostenía que la riqueza del rey y de la nación dependía de la cantidad de metales preciosos que se tuvieran, como lo mostraron en sus trabajos Jean Bodin y Thomas Gresham.[12]
Esta idea de riqueza en forma de oro aumentó a raíz de los descubrimientos de oro y plata de América. En las cartas de Colón se muestra que la razón principal de sus expediciones era encontrar yacimientos de metales preciosos.[13] Cabe mencionar, que los metales preciosos no tenían el mismo valor para los pueblos precolombinos que para los europeos, por lo que muchas veces los indígenas cambian el oro y la plata por baratijas[14]. Al encontrar los españoles grandes cantidades de oro y plata, los reyes tuvieron una obsesión por la reglamentación y el control de los mismos, buscando la manera de sacarles mayor provecho.
La obsesión por obtener metales preciosos puede explicarse debido a la concepción que los pensadores mercantilistas tenían del mercado. Para ellos, el mercado es un juego de suma cero; existe en el mundo una cantidad constante de capital, y quien posea más capital ganará el juego. Entonces, como el oro comenzaba a considerarse la medida de riqueza más importante, los metalistas concentraban su atención en no perder ni un gramo del preciado oro, y en cambio hacerse cada vez de una mayor cantidad.
Así mismo, en una época donde el papel moneda aún no se utilizaba, incrementar la cantidad de metales preciosos en el mercado era la única manera de que aumentara el dinero en circulación.
El bullionismo inglés surgió en el siglo XVI. Esto se debió a que varios mercaderes observaron que Inglaterra comenzaba a generar grandes cantidades de metales preciosos. Éste superávit surgió debido a la balanza comercial positiva que Inglaterra generó mediante el comercio. Una característica que a los pensadores mercantilistas les llamó la atención era ver como Inglaterra se enriquecía de oro y plata aún cuando los yacimientos de estos metales en aquel país eran casi nulos. Esto llevo a considerar que una de las medidas para enriquecerse es mediante la balanza comercial positiva.[15]


El oro en la economía clásica


Thomas Mun
Thomas Mun fue un pensador mercantilista que criticó la idea de que el único medio para enriquecer a una nación es mediante la obtención de oro. Pensaba, sin embargo, que era la principal fuente para que un estado se enriqueciera, pero no el único. Como lo afirma en uno de sus escritos:
"(...) no es la gran cantidad de oro y plata lo que constituye la verdadera riqueza de un Estado, ya que en el mundo hay Países muy grandes que cuentan con abundancia de oro y plata, y que no se encuentran más cómodos, ni son más felices […]. La verdadera riqueza de un Reino consiste en la abundancia de las Mercancías, cuyo uso es tan necesario para el sostenimiento de la vida de los hombres, que no pueden pasarse de ellas"[16]
En este párrafo, Mun señala una de las sinrazones del mercantilismo: el oro no tiene ningún valor para los ciudadanos ni para el funcionamiento del ser humano. El oro no se puede comer ni convertir en medicinas y construir puentes u  hospitales con él podría resultar muy inadecuado.


Adam Smith
Adam Smith en su obra Wealth of Nations expone una de las características que vuelve al oro tan valioso. El oro es más escaso que la plata y los demás metales, antes del descubrimiento de América la relación entre el oro y la plata eran de 1 a 8 y después del descubrimiento fue de 1 a 12[17]. Smith señaló que esta relación de escasez ocurría también en  lugares tan distantes como China y Japón.
Smith también señalaba que como los pensadores mercantilistas veían el oro como una mercancía y como una moneda, se había creado la ilusión de que si se tenía más oro se iba a tener más dinero. Es por esto que se habían creado las políticas proteccionistas que hacían que los metales preciosos (o el dinero) se quedasen dentro de la nación.[18]
Para Smith, el oro era como cualquier otro bien de consumo y no había nada que lo hiciese especial. El oro era valioso porque no es abundante.


David Hume
David Hume criticó la idea mercantilista de que se puede enriquecer una nación mediante la balanza comercial positiva. La balanza comercial positiva consiste en obtener más cantidad de oro y plata haciendo que se venda más de lo que se compra. Para Hume esto es imposible, ya que si se obtienen más metales preciosos en una nación, el valor de estos bajará debido a que hay más oferta.
Para Hume, tener una balanza comercial negativa tampoco sería la manera de lograr el gran objetivo mercantilista, ya que si los metales se exportaran su valor aumentaría, porque habría una menor oferta. Pero al momento de comerciar con otra nación que tenga más oro, los precios serían muy distintos; en la nación donde el oro escasea, los precios serían más elevados que en la nación donde los precios son más bajos debido a que existe una mayor circulación de oro.
Los mercantilistas no creyeron que lo que Hume decía fuese un problema verdadero, y argumentaron durante mucho tiempo que si en una nación existía gran cantidad de oro lo que ocurriría es que todos sus ciudadanos se volverían más ricos[19]. Los mercantilistas no contemplaban la idea de que el oro perdiera su valor, ni  aunque, como en la Utopía de Tomás Moro, el oro fuera tan abundante que con éste se hicieran las cadenas de los esclavos.


John Stuart Mill
Mill también realizo varias observaciones acerca del oro y de su costo. Decía que los metales preciosos tienen la propiedad única de no actuar sobre el valor del dinero. Aunque el costo de hacer una moneda de oro aumente o disminuya, el valor de cambio sigue siendo el mismo; se pueden comprar los mismos bienes. Sin embargo, si la cantidad de oro varía, entonces el valor de cambio varía.[20]
También decía que los pagos más costosos debían hacerse con oro, y los de menor costo debían hacerse con monedas de otro metal. Esto debido a que consideraba que la cantidad de oro no puede satisfacer la demanda total del mercado.
Mill reconoció que aunque el oro y la plata son de las mercancías menos variables es posible que estas varíen a diferentes tiempos y de diferente formo. Por ejemplo, en el descubrimiento de América se encontró más plata que oro, lo que depreció de una mayor forma el valor de la plata que del oro.
Otro ejemplo de estas depreciaciones en la historia, y tal vez una de las más famosas, fue cuando el rey Mansa Musa del imperio Mali viajó a su gran hajj (peregrinación sagrada) hacia la meca en 1324. En julio de ese mismo año, cuando pasaba por El Cairo, repartió tanto oro que depreció el valor de este durante una década. El historiador árabe Chihab Al-Umari do describe así:
“El oro tenía un alto precio en Egipto hasta que llegaron aquel año. El mithgal (moneda de Mozambique) no solía bajar de los 25 dirhams (moneda árabe), pero esa vez su valor cayó y se abarató en precio y continúa siendo barato hasta ahora. El mithgal no excede los 22 dirhams o meno. Este ha sido el estado de las cosas desde hace doce años, debido a la gran cantidad de oro que llevaron a Egipto y gastaron ahí”[21]


Mi propia explicación acerca del valor del oro y su utilización como moneda


How wonderful yellow is. It stands for the sun
Vincent van Gogh

A pesar de las teorías que los grandes economistas han tratado de dar para explicar la gran valoración que se le ha dado al oro a lo largo de la historia, he encontrado que no son suficientes.
Tanto Adam Smith como David Ricardo y Karl Marx concordaban en que lo que verdaderamente cualifica el valor de un objeto es el trabajo que se ha invertido para producirlo. Smith también consideraba que el papel de la oferta y la demanda era importante para determinar el valor[22]. Ricardo a su vez expuso que únicamente se debían de considerar los cotos de producción y los precios de la cantidad de trabajo requerido[23]. Marx señalaba que lo que determinaba el valor de una mercancía era el trabajo socialmente necesario para producirlo, siendo el trabajo socialmente necesario el gasto físico y mental de quien lo hizo.[24]
Si estas teorías son ciertas, entonces no se aplican en el caso del oro. El oro es más fácil de conseguir, de trabajar y de explotar, aunque sea menos abundante, que la plata. El oro se presenta en la naturaleza en forma de pepitas en depósitos que tengan algo que ver cuerpos fluviales, y no es necesario hacer una excavación demasiado profunda para encontrarlos[25]. Esto es muy diferente en el caso de las minas de plata, donde se tienen que hacer grandes excavaciones que ocasionan numerosas muertes, como en el Cerro Rico de Potosí, en Perú. Acerca de esta mina, fray Antonui de la Calancha escribió que “Cada moneda de peso acuñada en Potosí ha costado la vida de diez indios que han muerto en las profundidades de la mina”[26]
Los medios de explotación del oro y la plata deberían ocasionar que la plata fuera más cara que el oro, o por lo menos tener el mismo precio. Sin embargo, esto no es así.
En cuanto a la utilización del oro como moneda, los economistas han dicho que se utilizó debido a que es un material que se puede acuñar y es fácilmente transportable. Esto es coherente, pues si el mero hecho de ser un objeto precioso lo convirtiera en moneda, entonces los diamantes y rubíes se habrían utilizado como tal. Sin embargo, en la antigüedad ha habido civilizaciones que no utilizaban el dinero y de cualquier forma tenían una estructura social muy avanzada.
Tal es el caso de china, donde los billetes de banco se empezaron a utilizar en el siglo XVII[27], cuando el metalismo mercantilista estaba en pleno auge en Europa. Estos billetes chinos se asemejaban mucho a las tablillas de arcilla utilizadas en Mesopotamia que datan del II milenio A.C. Estas tablillas hacían algo muy similar a lo que hoy hacen los billetes de banco; se indica que alguien debe pagar una cierta cantidad de una mercancía al portador de la tablilla en tiempo de cosecha. Estas tablillas, que aún se conservan hoy en día, han sobrevivido cuatro mil años. Han sobrevivido más tiempo que las primeras monedas de oro.
Se puede decir, entonces, que el papel moneda (ya sea en forma de papel o de tablillas) también pudo haber sido una opción frente a las monedas de metal. Funcionaron para grandes civilizaciones como la china y la mesopotámica.
¿Por qué es entonces que el oro tiene tanto valor? ¿Por qué es que se decidió usar como moneda?
Y es que en cada cultura donde se conozca el oro, éste tiene atribuidos los más altos valores. Se le relaciona con la fuerza, el poder, la riqueza, la templanza, la felicidad, la esperanza, la justicia, la nobleza, la perfección y hasta la divinidad.


El oro en las diferentes culturas
En Egipto, el oro era un metal divino e indestructible que se asociaba con el brillo del sol. A Ra, dios del sol, se le llamaba “montaña de oro”. A los faraones se les decía los “Horus dorados”, Horus era el dios egipcio del sol. También se creía que la piel de los dioses estaba hecha de oro. A Isis (diosa del nacimiento) se le asociaba en los jeroglíficos con el símbolo del oro. Las tumbas reales eran llamadas “las casas del oro”, cuando en 1922 se abrió la tumba de Tutankamon ésta tenía dos veces más oro que el banco real de Egipto.[28]
La palabra griega para oro es aurum. La palabra aurum proviene de una antigua raíz indoeuropea aus que significa luz, claridad y resplandor. En la poesía griega, el oro son las lágrimas del sol, y como el sol siempre estuvo asociado con la divinidad, al oro se le asociaba con los dioses. Así mismo, se le asociaba con el poder económico[29].
Los aztecas le llamaban al oro teocuitatl, que significa “excremento de los dioses”.[30]
Debido a la asociación que el oro tenía con Surya, dios hindú del sol, la aleación del oro con otros metales se consideraba sacrílega. En el arte hindú el oro siempre se encuentra en estado puro de 24 quilates.[31]
En la literatura budista, se describe que el Buda tenía la piel de oro. Una tez de oro es la onceava característica de las 32 de Buda. En el arte budista, sobre todo de Tailandia, las esculturas de Buda están hechas de oro. La escultura de oro más grande de Buda se encuentra en Wat Trimitr, está hecha de oro de 24 quilates y pesa cinco toneladas. El valor aproximado es de 61 millones de dólares, sólo por el oro.[32]
En el cristianismo, oro es uno de los tres regalos que se le dan a Jesús recién nacido. Este regalo representaba que el niño iba a llegar a ser el más grande de los reyes. En el arte cristiano, el halo de Cristo, María y los santos es dorado[33]. En el Génesis, el paraíso se describe como rico en oro: “El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; (Génesis 2:11) y el oro de aquella tierra es bueno (…) (Génesis 2:12)”.
Para los alquimistas, el oro representa la divinidad de las cosas. La materia vil, como el plomo o el excremento, se puede transformar en oro a través de la piedra filosofal que simboliza el conocimiento. Los alquimistas representaban al oro con el símbolo .[34]
El símbolo representa tanto para los chinos como para los egipcios al sol.[35]


El oro como representación del sol
Podemos ver que par a todas las culturas antes mencionadas el oro era un metal divino que estaba asociado con el sol. Son culturas que tienen influencia del Asia menor, de la cultura helénica o de la cultura hindú. Es por ello que pudieron comerciar entre ellos utilizando el oro, pues metafísicamente simbolizaban lo mismo. Estas culturas manejaban calendarios solares[36], por lo que el sol era de gran importancia para ellos.
Es por esto que al llegar al nuevo mundo, las sociedades precolombinas no apreciaban de igual manera al oro, aunque tuvieran minas. Ni siquiera la cultura china explotó o utilizó el oro como moneda de cambio (los chinos utilizaban el cobre, el metal, la plata o los billetes); tanto la cultura china como la cultura precolombina se guiaban por calendarios lunares[37].


Conclusión
A lo largo de esta investigación, he descubierto que las teorías económicas no son los únicos que rigen el quehacer económico de la humanidad. Sin embargo, este trabajo necesita ser validado mediante una investigación más profunda de la materia. La literatura y la información que existe sobre el oro son muy bastas, y en aras de la brevedad mucha información valiosa se ha quedado fuera.
El oro tiene un valor intrínseco, que va más allá de sus escases o su condición como metal. Es la estética, y lo que esta estética representó para el ser humano a un nivel subconsciente, lo que ocasiono que se utilizara como valor de cambio. Fue la estética lo que ocasionó que los pensadores mercantilistas lo utilizaran como medida de la riqueza, más allá de su escasez. Y es la estética lo que hace que el oro se siga valorando y siga teniendo tan altos precios.
Las variables económicas no son puramente matemáticas o científicas. La subjetividad del ser humano es lo que ha ocasionado los grandes cambios económicos. Se debe tener un acercamiento más holista para comprender en su totalidad el papel que la economía juega en el desarrollo de la humanidad.







Bibliografía
·      Adviev, V.I. Historia económica del antiguo oriente; el Egipto faraónico. Ediciones Akal. Madrid; 1986
·      Arango Cano, Jesús. Mitología en América precolombina: México-aztecas, Colombia-chibchas, Perú-íncas. Plaza y Janés. Colombia;1989
·      Bedoya, Jorge. El arte cristiano. Universidad de Texas. USA; 1986
·      Bielba, Adriana. Hinduismo: la religión de los mil dioses. Enigma Producciones. Madrid; 2005.
·      Burckhardt, Titus. Alquimia: significado e imagen del mundo. Paidós. Madrid;1994
·      Davies, Glyn. A history of money from ancient times to the present day. 3rd ed. Cardiff: University of Wales Press. UK; 2002.
·      Ekelund y Hébert. Historia de la Teoría Económica y de su método. MacGrawHill
·      Ferguson, Niall. El triunfo del dinero. Debate. México; 2008.
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·      “Money Museum” Coin Collection. Revisado el 1 de junio del 2010.
·      “Oro” De plabra. 25/10/2006. < http://depalabra.wordpress.com/2006/10/25/oro/>
·      “Precio del Oro” Preciooro.com. 1 mayo 2006. < http://www.preciooro.com/>
·      Solar, Serrano. “Entrevista Salvador Dalí”. Youtube. Subido el 15 de Mayo del 2007.
·      Smith, Adam. Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. Fondo de cultura económica. México; 2008.
·      Singh, Madnjeeth. Las culturas del sol. Plaza y Janés. Madrid; 1993
·      Wells, Kenneth. Thai buddhism: tis rites and activities. Ams Press. USA; 1982


[1] Serrano, Solar. Entrevista Salvador Dalí
[2] Housecraft. Química Inorgánica. p.204
[3] Precio oro.com
[4] Money Museum.com
[5] Graeber. Toward an Anthropological Theory of Value p. 153-154
[6] Ferguson. Triunfo del dinero. p.40
[7] Vilar. Oro y moneda. p.35
[8] Glyn. A history of Money. p. 56
[9] Vilar. Oro y moneda. p.53-55
[10]Vilar.  Oro y moneda, p. 30
[11] Hecksher. Época mercantilista. p.24-25
[12] Hecksher. Época mercantilista. p.107
[13] Markham. Reports on the discovery.  p.p. 113-127
[14] Hecksher. Época mercantilista. p.150
[15] Oro y moneda 24
[16] Vauban, Proyecto de una dixma real, 1707, pp. 77-78
[17] Smith. Riqueza de las naciones. P.24-26
[18] Smith. Riqueza de las Naciones. P. 30
[19] Ekelund y Hébert. pg. 43
[20] Mill. Economía política. P.442
[21] "Kingdom of Mali - Primary Source Documents".
[22] Smith. Riqueza de las naciones. p.p. 30-61
[23] Landreth y Colander. Historia. P.115
[24] Landreth y Colander. Historia. P.183
[25] Housecraft. Química Inorgánica. p.205
[26] Ferguson. Triunfo del dinero. p. 39
[27] Ferguson. Triunfo del dinero. p.49
[28] Adviev. Historia económica del antiguo oriente. p.p. 109-122
[29] Depalabra.wordpress.com
[30] Arángo. Mitología en América. P.43
[31]Bielba. Hinduismo.  p.80
[32] Wells. Thai Buddhism. P.250
[33] Bedoya. Arte cristiano. P.36
[34] Burkhardt. Alquimia. P.76
[35] Singh. Las culturas del sol. P.p.198, 289
[36] Singh. Las culturas del sol. P.p.45,67,88.
[37] Singh. Las culturas del sol. P.p.10,24.


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